Las jornadas se dirigen a catequistas, religiosos y presbíteros, así como a padres de familia y educadores, que están interesados en conocer el Oratorio y ser bendecidos para hacerlo ellos también, con el objetivo de favorecer el encuentro de los niños con Jesús y de Jesús con los niños. Se trata de encuentros de un fin de semana, animados por el padre Gonzalo M. Carbó Bolta, junto a otros cooperadores del Oratorio (religiosos y laicos). 

El Oratorio es una experiencia que parte del grito de Jesús: «Dejad que los niños vengan a mí», y del grito también de los niños de esta generación, cuyo corazón reclama: «Quiero ver a Jesús». Se requiere de un lugar para que estos dos gritos se encuentren, para que Jesús y los niños se amen, y así surge el Oratorio de Niños Pequeños, explica el padre Gonzalo, superior general de la Congregación Cooperatores Veritatis de la Madre de Dios, que tiene sus raíces en la figura, espiritualidad y misión de san José de Calasanz. En las Jornadas de Primera Iniciación al Oratorio de Niños Pequeños, se explica que este nace en continuidad y repristinación del marco pastoral de san José de Calasanz, «el primer santo pedagogo y el primer pedagogo santo». Operativamente germina en un grupito de pobres niños de una parroquia rural bajo el misterio de la Visitación; posteriormente se desarrolla desde 1989 en las Escuelas Pías de San Joaquín de Valencia, y de ahí salta a toda la Familia Calasancia y a la Iglesia católica en numerosas instituciones educativas y parroquiales de muchas naciones. Es un don de la Iglesia para la Iglesia, mediado ahora por la Congregación de Cooperatores Veritatis de la Madre de Dios.

El padre Gonzalo es testigo de los orígenes de esta iniciativa, que en sí misma no intenta transmitir la fe, sino el amor, «porque no hay posibilidad de transmitir la fe sin el amor. Dejarse amar y amar: en esto se condensa la vida nuestra», y tal como desveló san José de Calasanz, «lo fundamental para el crecimiento del niño es su relación con Jesús, que es el más bello de los hombres».

«El Señor nos declaraba la prisa que tiene por los niños de esta generación, él quiere bendecirlos. Y agregaba a personas e instituciones a esta obra de salvación. Hoy el Oratorio nace en muchos lugares, colegios, sobre todo, pero también parroquias. En Europa, en América Latina, en África…».

Se expone en las jornadas, que «desde su origen son los mismos niños desde 4-5 años hasta 12 (más recientemente niños de 3-4 años), en el Espíritu Santo, quienes van diseñando, semana tras semana, el itinerario de su experiencia de «encuentros con Jesús Vivo hoy para siempre», en una verdadera novedad pedagógico-espiritual. María y Calasanz son los epíscopos y animadores del Oratorio».

El contenido espiritual y catequético del Catecismo se incluye también en el Oratorio, si bien «este es esencialmente la experiencia del amor de Dios que tanto necesitan los niños. En el Oratorio no somos pedagogos de la oración, somos orantes con los niños. El Señor es el Maestro, el Espíritu Santo guía la reunión. Lo más importante es que el niño se encuentre con Jesús en sus diferentes presencias. El Oratorio es una bendición, no pretende moralizar ni ritualizar, sino un encuentro con el Señor, que conlleva una celebración festiva del amor».

El Oratorio se hace con grupos de doce a quince niños, acompañados de al menos dos animadores o catequistas, en una reunión por semana a lo largo de todo el curso. El lugar para la reunión está preparado para comunicar la belleza del Misterio Redentor, y hay itinerarios diferentes y procesuales para cada curso desde 5 años (Infantil 3º), hasta 12 años (Primaria 6º), así como lectura meditada y orante del Evangelio, lectio divina, desde 12-13 años (adolescentes y jóvenes), y transmisiones de la experiencia del Oratorio.

Todos cuantos se interesan por la iniciación de la fe en los niños pueden inscribirse a las jornadas, que «pretenden transmitir el espíritu y carne del Oratorio de Niños Pequeños; narrar y cantar una experiencia acontecimiento de la bendición de Dios Padre sobre sus pequeños; contemplar cómo oran los niños; presentar la metodología concreta; acercar a las reflexiones teológicas que los niños mismos han inspirado a los cooperadores del Oratorio», y todo ello dentro de un clima de experiencia del Espíritu, reflexiones teológicas, exposiciones pedagógicas, oración con niños… culminándose con la celebración de la Eucaristía.

«Si el Oratorio es fundamentalmente un encuentro de los niños con Jesús, entonces estas jornadas son un encuentro con el Señor que él ha previsto para nosotros para ir a acompañar a los niños a su encuentro con Jesús», asegura el padre Gonzalo. Una información más detallada sobre el Oratorio y las Jornadas de Iniciación al mismo se puede solicitar escribiendo a: oratorionipe@gmail.com

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