El mensaje de este documento,

Christus vivit, que se dirige a los jóvenes, pero también a todo el pueblo de Dios, debe espolearnos a todos, jóvenes y adultos, a despertar el «corazón joven» que cada cual llevamos en nosotros mismos. Porque ser joven, «más que una edad –aclara el documento– es un estado de corazón».

El 25 de marzo,

en la casa de Loreto, el Papa Francisco firmaba su nueva Exhortación apostólica, Christus Vivit (Cristo Vive)

Christus Vivit

es el fruto del Sínodo sobre los jóvenes, celebrado en Roma del 4 al 25 de octubre de 2018

El interesante documento

tiene 299 números y 190 páginas, en la edición de la Editorial San Pablo

Deteniéndonos solo en algunos párrafos iniciales, el Papa comienza su exhortación haciendo un recorrido por las páginas de la Sagrada Escritura –Antiguo y Nuevo Testamento–, en las que subraya algunos 

episodios de jóvenes que han dejado una lección a la juventud de todos los tiempos, sea o no sea creyente. Entre estos ejemplos destaca las figuras de Jesús y de María, y las de santos muertos en su juventud, muchas veces dando su sangre por Cristo y por la Iglesia. 

Tiene claro el Papa que, por intereses de unos y otros, los jóvenes son «ideologizados», lo que los convierte en «individualistas, enemigos y desconfiados de todos». Reconoce que la moral sexual «suele ser muchas veces causa de incomprensión y de alejamiento de la Iglesia, ya que se percibe como un espacio de juicio y de condena».

Temas como el ambiente digital,

que ha creado una nueva manera de comunicarse y vincularse; la migración, que hace huir a los jóvenes de la guerra, la persecución política y la pobreza extrema; y la plaga de los abusos sexuales…, piden gestos y ayudas concretas, para que los jóvenes se «entusiasmen por una vida comunitaria» en la Iglesia.

En el párrafo final,

el papa Francisco abre de par en par su corazón a los jóvenes y les dice, sin rodeos, que

«la Iglesia necesita su entusiasmo, sus intuiciones, su fe. ¡Nos hace falta! Y cuando lleguen donde nosotros no hemos llegado, tengan paciencia para esperarnos»,

concluye escribiendo el Papa.

Por Antonio Maroño Pena, SSP

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«Jesús camina entre nosotros como lo hacía en Galilea. Él pasa por nuestras calles, se detiene y nos mira a los ojos, sin prisa. Su llamada es atractiva, es fascinante». Cristo vive. El papa Francisco quiere recordarlo en la exhortación apostólica que recoge las conclusiones del Sínodo de los Jóvenes. Una carta en la que el Santo Padre resume importantes convicciones de fe y al mismo tiempo alienta a crecer en la santidad y en el compromiso con la propia vocación.