Feb 8, 2023 | Cooperador paulino

Juan Pablo I: un beato que nos invita sonreír

Cooperador paulino

José Antonio Varela

Por José Antonio Varela Vidal

Periodista

Al papa Juan Pablo I, proclamado beato, lo recuerda el mundo por su corto pontificado, que duró tan solo 34 días

A pesar de la brevedad de su pontificado, permanece en la memoria de muchos por su acogedora y espontánea sonrisa, la sencilla manera con que dirigió sus contados mensajes papales, así como los ceños que tuvo apenas empezó su ministerio.

Entre estos gestos, se pudo ver la renuncia a la triple coronación que recibían los sumos pontífices y canceló el uso de la tiara papal y la silla gestatoria para las presentaciones públicas. También dio una señal evidente de gratitud, al haber escogido el nombre de sus antecesores para conformar el suyo, con lo que aseguró una continuidad al legado de los hoy santos papas Juan XXIII y Pablo VI.

Ha sido un caso atípico, pues el papa Francisco, al declararlo beato, ya cuenta con cuatro pontífices elevados a los altares, desde que asumió la Cátedra de Pedro en el 2013. Aunque la cifra puede aumentar, pues se oyen pasos para la beatificación del venerable papa Pío XII…

 

Expandir su mensaje

El nombre secular del beato Juan Pablo I fue Albino Luciani, quien nació en Canale d’Agordo (Véneto-Italia), el 17 de octubre de 1912, y murió en la Ciudad del Vaticano el 28 de septiembre de 1978, después de haber asumido a fines de agosto de ese mismo año, el rol de CCLXIII papa de la Iglesia católica, cuando ostentaba el cargo de Patriarca de Venecia.

Su pontificado forma parte del más reciente «Año de los tres papas», con dos cónclaves de por medio: Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II.

Sin embargo, las consabidas virtudes heroicas del papa Luciani no se reducen a tal breve periodo de 1978, aunque hay quien reconoce que sí fueron días en los cuales dio trazos de santidad al mundo e incluso a sus sucesores.

Entre estos rasgos están la humildad, la sobriedad, la alegría, la sencillez de sus maneras y la predicación vivaz y simple. A ello, podemos sumar su renuncia a los honores del mundo y a la aceptación pública de sus límites humanos, con la convicción de que su vida entera dependía de Dios, aún siendo el papa.

El papa Juan Pablo I con los reyes de España, Don Juan Carlos I y Doña Sofía

El papa beato Juan Pablo I con los Reyes eméritos de España, Don Juan Carlos I y Doña Sofía en su visita al Vaticano

Rescatar su legado

Con el fin de darle un destacado lugar en el corazón de los creyentes y en camino a su canonización, se cuenta con la Fundación vaticana Juan Pablo I, establecida el 10 de febrero de 2020, por el papa Francisco. Esta entidad cuenta con personalidad jurídica canónica y civil, y ha sido encargada al secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. Por lo tanto, surgió desde el corazón mismo de la Iglesia.

Según la información difundida entonces por la oficina de prensa de la Santa Sede, el propósito de la Fundación era «la valorización y la difusión del conocimiento del pensamiento, las obras y el ejemplo del papa Juan Pablo I».

En otra parte del comunicado, se precisó que la Fundación se regiría «por las leyes canónicas, por las vigentes en la Ciudad del Vaticano y por (su) Estatuto anexo, aprobado por el Sumo Pontífice».

 

Destacar su figura

Para Stefania Falasca, vicepresidenta de la mencionada Fundación Juan Pablo I y autora del libro Papa Luciani, crónica de una muerte, es importante «hablar en términos científicos de Luciani. Y esto da la posibilidad de un reconocimiento necesario, con el rigor analítico y crítico debido, para difundir su pensamiento y espiritualidad».

En declaraciones brindadas a la revista española Ecclesia en 2020, Falasca aseguró: «El mensaje del papa Luciani es muy actual. Podríamos considerar el Urbi et Orbi del 27 de agosto como su programa. Los caminos que abrió son los de la renovación de la misionaridad, de la colegialidad episcopal, del servicio en la pobreza eclesial, con iniciativas por la justicia y por la paz. Así como la búsqueda de la unidad de los cristianos, el diálogo interreligioso y el diálogo con la contemporaneidad».

En referencia a su estilo, también destacó una característica muy apreciada del hoy beato papa, que nos invita a profundizar: «Basta pensar en su lenguaje. Una nueva oralidad que había sido descubierta en la Iglesia».

En 2022 y a pocos meses de la beatificación, la escritora y vaticanista se expresó así sobre él, ante un grupo de periodistas: «Luciani fue el pastor alimentado por la sabiduría humana, que vivió todas las virtudes evangélicas. Un pastor que precede y vive en el rebaño con el ejemplo, sin ninguna separación entre la vida espiritual y el ejercicio del gobierno».

Conocido todo esto, se espera que pronto llegue a ser proclamado santo «el Papa de la sonrisa».

Portada del libro Juan Pablo I. Sencillez, estilo de vida por Rino Fisichella (Madrid: SAN PABLO, 2022)

Acércate a más a la figura de Juan Pablo I con esta detallada biografía escrita por el cardenal Rino Fisichella. Para más información: Librería SAN PABLO

 

 

 

 

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